Los códigos QR (Quick Response, respuesta rápida) se han convertido en habituales en el mundo tecnológico que nos rodea. Su uso no tiene medida, se están utilizando para casi todo. Dicho código fue creado en Japón en 1994 por una empresa dependiente de Toyota, sí la de los coches … De hecho los primeros casos de uso fueron en la fabricación de los coches.
Códigos QR hay de varios tipos, pero básicamente se trata de una matriz bidimensional de puntos con 3 cuadrados en las esquinas del código o matriz. Hay alguna excepción en esto en los códigos QR, por ejemplo el microcódigo QR tiene un único cuadrado en las esquinas.
Este código se estableció con su norma internacional ISO en el año 2000 y con una gran ventaja: su código es abierto y no hay que pagar por derechos de patente.
Además, la posibilidad de tener un lector de códigos QR en el móvil ha extendido su uso entre todo tipo de usuario y herramienta que requiere una identificación. Concretamente, nosotros tenemos la aplicación BIDI en el iPhone, y lo único es situar la etiqueta del código QR dentro del cuadrado central de escaneo de la aplicación y automáticamente resuelve la dirección y te da información con su conexión a Internet (esto es necesario).
En un primer ejemplo, podemos ver un documento con información sobre un programa de un curso en Big Data y su código QR en la parte inferior derecha con información adicional:
Aquí otro ejemplo como en los paneles de turismo que hay a la entrada de la plaza Mayor de Cáceres. El código QR con la información turística aparece en la parte inferior del panel:
O el propio calendario académico de la Universidad de Extremadura (en la esquina superior derecha):
En más detalle el código QR del calendario académico:
Aquí podemos ver una pegatina con el código QR en el reverso de una tarjeta de visita, tratando de reciclar y reaprovechar las tarjetas antiguas 🙂
También podemos ver códigos que al no tener los 3 cuadrados en las esquinas, no se leen adecuadamente, el escaneo con la aplicación del móvil funciona, pero devuelve códigos muy largos incomprensibles de números y letras. El ejemplo es el de un billete de tren de Renfe.
Finalmente el código QR que tenemos en los carteles de la Noche de los Investigadores en la parte inferior derecha y que se celebra mañana viernes por primera vez en el campus de Cáceres, con más de 20 estudiantes voluntarios ayundándonos en tareas de organización, con la la inauguración en en el salón de actos del centro a las 17h y en la que se presentan no sólo son actividades de la Escuela Politécnica, sino que también están con nosotros el Centro Universitario de Mérida (CUM), Computaex (el centro de Supercomputación de Extremadura) y la Facultad de Filosofía y Letras. En total organizamos 23 talleres en la Escuela Politécnica de Cáceres …
